Tu TFG o TFM de marketing digital te catapultará al éxito si sabes cómo hacerlo y sacarle provecho. Y no te lo digo por quedar bien, en mi caso, mis proyectos fueron uno de los factores clave para conseguir mi primer empleo como técnico de marketing digital.
Desde una perspectiva teórica, pero sin renunciar a mostrarte ejemplos prácticos, te doy las claves para que desarrolles un trabajo de notable alto. Un trabajo que te preparará para desempeñar un puesto en agencias digitales y en empresas que quieren posicionarse en el mercado.
Muchas son las organizaciones que tienen un departamento de mercadotecnia. Si haces una buena investigación y planteas cómo llevarla a la práctica tendrás más posibilidades de llegar a ser quién tu quieras.
Diferencias entre un TFG y un TFM
Antes de abordar los pasos y consejos para abordar tu proyecto de fin de curso, es necesario tener en cuenta las diferencias más importantes entre cada uno de estos trabajos.
- El TFG es un proyecto de investigación complejo y del que se espera más de ti que en un TFM. Aunque es un tanto obvio, dado la diferente dedicación que requiere un Grado frente a un Máster.
- En el caso de los TFG tendrás que cumplir con la normativa APA. Sin embargo, si haces un TFM en una escuela de negocios lo habitual es que no te lo pidan.
En todo lo demás, el proceso de creación en cada tipo de trabajo es muy similar porque está basado en la metodología de investigación de las Ciencias Sociales. En cualquier caso, cada facultad y escuela acostumbran a tener requisitos particulares con los que tendrás que cumplir.
Pasos para elaborar tu TFG/TFM de marketing digital
En primer lugar, tienes que saber qué no estás solo. Estos proyectos requieren del apoyo de un compañero de clase y un tutor dedicado que estén dispuestos a apoyarte durante todos los meses que te llevará hacer tu trabajo.
Si tienes la mala suerte de contar con un tutor díscolo, puedes asistir a clases particulares de marketing online para plantear tu trabajo, dotarlo de coherencia y avanzar a buen ritmo.
Soy consciente de que estas pruebas están envueltas entre dudas y en un halo solemne que no motivan mucho. Pero no te preocupes, estás en el lugar adecuado para comenzar a elaborar tu proyecto.
Acota el tema (y asegúrate de que te motiva)
Acotar la materia en la que te centrarás es esencial. Como sabes, el territorio en el que te vas a mover es muy amplio. Cada área de marketing tiene sus particularidades y para no perder el foco durante la elaboración del trabajo, elige un tema para tu trabajo que te entusiasme, te inspire y te despierte interés.
En esta rama del conocimiento, hay cuestiones más teóricas o reflexivas, como analizar un mercado potencial o el modelo de negocio planteado. Pero también debes ser capaz de demostrar que sabes cómo llevar tu proyecto a la práctica detallando los métodos que usarías para validar el modelo de negocio.
Define el problema a investigar
El objeto de estudio o el problema de investigación se refiere al “qué” y al “por qué” de tu trabajo. Por ejemplo, en mi TFM decidí elaborar el proyecto de una agencia de comunicación orientada a conectar emocionalmente con el consumidor.
Mi “qué” era el Branding como tipo de acción de comunicación y marketing. El “por qué” de mi agencia era la tendencia de que los nuevos consumidores demandan cada vez más marcas humanas y responsables con su entorno. Aquí radica el problema y la pregunta de mi investigación:
«¿existe la demanda de un servicio de branding emocional por las empresas dado que los consumidores son cada vez más sensibles a la conducta de las marcas?»
Responder a esta pregunta es lo que me permitió orientar mi investigación hacia un fin concreto y no perder el hilo durante los 3 meses que dediqué a mi trabajo.
Define el marco teórico
Posiblemente no has oído hablar sobre qué es un marco teórico hasta que te lo han pedido para tu TFG. No te preocupes, yo te explico en qué consiste.
Un marco teórico es el conjunto de teorías y autores en los que te has inspirado para desarrollar tu trabajo. La finalidad de este apartado es que el evaluador pueda ubicar fácilmente tu trabajo y entender de qué trata. Ni más ni menos.
Por este motivo, debes ser totalmente transparente e indicar qué conceptos e ideas has tomado como referencia, pero sobre todo de quién los has tomado, porque ocultar esta información es lo mismo que hacer un plagio.
Establece las hipótesis
¿Sabes qué es una hipótesis realmente? Es fácil confundir una hipótesis con una creencia, pero lo cierto es que una hipótesis siempre describe la relación entre dos variables. Por ejemplo:
“Cuanto más calor hace más se evapora el agua”.
En esa hipótesis, “calor” y “evaporación” son dos variables porque sus valores son cambiantes y se pueden expresar en una relación de “mayor qué” o “menor qué”. Siguiendo el ejemplo de mi TFM, una de mis hipótesis era que:
“Los jóvenes interaccionan más con las marcas que comunican que son respetuosas con el medioambiente”.
- Si comienza a dolerte la cabeza con tanta teoría, pues consultarme tus dudas aquí.
En cualquier caso no debes apresurarte a la hora de establecer hipótesis, porque tendrás que apoyarte en ellas para desarrollar las ideas y argumentos que tendrás que defender en tu trabajo. Tómate tu tiempo.
Describe la metodología de tu investigación
Aunque esta sección del trabajo aparenta ser compleja, en realidad es muy sencilla de abordar. La metodología de investigación no es más que un registro detallado de todos los pasos que has dado para elaborar tu TFG (este apartado no suele pedirse en un TFM). Un ejemplo muy simplificado sería:
- En marzo he consultado la bibliografía sugerida.
- En Abril he elegido mi tema y he definido las hipótesis de investigación
- En Mayo he entrevistado a cinco de mis buyer personas para validar mis hipótesis sobre las necesidades de mi cliente ideal.
En tu caso tendrás que ser más detallista que en este ejemplo, pero merecerá la pena, ya que una metodología detallada le encanta a los tribunales de evaluación porque les permite conocer cómo has hecho tu trabajo.
Establece las conclusiones
Aunque pueda parecerte poco intuitivo, resulta de gran ayuda comenzar tu trabajo por las conclusiones. Y es que si no sabes a dónde quieres llegar te costará más desarrollar las partes teóricas de tu trabajo.
Por ejemplo, una vez sabes (o intuyes) que un determinado buyer persona es tu cliente ideal, es más sencillo concretar las preguntas de las entrevistas que le harías para validar que está interesado en el producto o servicio que quieres ofrecerle.
Otro truco de investigador veterano es definir los objetivos de la investigación en base a las conclusiones que has escrito previamente. Otra vez, empezar por el final resulta la opción más recomendable.
Consejos para elaborar tu proyecto
Abordar tu proyecto puede parecerte un trabajo titánico porque todos llegamos cansados a fin de curso, pero con mis consejos verás que es pan comido.
Asegúrate de elegir al tutor adecuado
Durante el Grado o el Máster habrás tenido decenas de profesores. Cada uno te ha aportado algo, pero lo interesante es que te supervise una persona que te aliente y que realmente esté disponible para resolver tus dudas cuando lo necesites.
En este sentido, puede ser un experto en la materia que has elegido, un profesional del marketing online o un profesor cuya asignatura te haya parecido especialmente interesante.
Dicho de otra manera, de poco sirve que elijas a tu docente de email marketing si lo que pretendes es crear el plan de marketing de un negocio innovador.
Profundiza en la temática, pero sé práctico
Ten en cuenta que tu estudio ha de contener una buena dosis de análisis profundo. Esto no quiere decir que te vayas por las ramas. De hecho, concretar es esencial.
La profundización viene de la mano de una labor investigadora y académica. En ella debes demostrar tu capacidad de reflexión. Pero también debes adoptar un enfoque práctico, aunque tu trabajo sea 100% teórico, tanto para conseguir una buena nota como para facilitar tu incorporación al mercado laboral.
En este punto, sé realista. Puede que tu proyecto no suponga un descubrimiento innovador. Si lo consigues, excelente, pero si no, no te frustres. Lo que va a evaluar el tribunal es si has asimilado lo que has estudiado durante tu formación, no tu capacidad para transformar el mundo.
Planifica y pon fechas
Tanto si eres un obsesivo del orden como si eres un amante del caos, es clave que establezcas un plan con fechas de entrega. Así que coge el calendario, estructura las tareas o los pasos que vas a seguir y determina los plazos. Tu tutor debería ayudarte con esto.
No te fustigues si no cumples los tiempos establecidos. Lo que más importa es que plantees una rutina de trabajo y te pongas manos a la obra. Una opción es establecer unas horas al día en las que te dediques exclusivamente a tu proyecto.
Ten en cuenta que no estás solo. Este trabajo va acompasado con una serie de tutorías en las que tu profesor de referencia debería establecer las entregas pertinentes. Aunque por las quejas de mis alumnos de clases particulares esto no siempre sucede así.
El colofón: tips para una buena redacción
La manera apropiada para redactar un TFG o un TFM es en plural mayestático (refiriéndote a ti con el uso de la primera persona del plural) o en modo impersonal.
No es necesario que te atragantes con el diccionario de la RAE. Tan solo has de ser claro, conciso y preciso. Asimismo, emplea términos técnicos vinculados a diferentes áreas de marketing online dejando bien claro que comprendes su significado y que sabes cómo aplicarlos correctamente.
Además, debes escribir de manera ordenada desgranando la introducción, las hipótesis, objetivos, la metodología y las conclusiones.
Por último, expón las ideas que quieres plasmar de manera sencilla y esquemática para entrar a desarrollarlas más adelante cuando todas las piezas del puzle encajen.
En esencia, tu proyecto de marketing digital te encaminará hacia un futuro prometedor. La inspiración, la creatividad y un trabajo constante marcarán la diferencia de tu proyecto. Si quieres que te acompañe durante este proceso, envíame un mensaje. Juntos llegaremos lejos.